Perdidos en Mollina (2ª Parte) Diario de Abordo.

¡¡Qué Grande Zona Lúdica!!

Según el horario previsto salimos en coche el viernes antes de comer, 60% de los Simios Golgos en un Altea XL, con el maletero repletito de juegos e ilusión, y es que últimamente se presentan pocas ocasiones en las que podamos jugar sin sobresaltos de un niño llorando, cambios de pañales, meriendas o los Canta Juegos de fondo.

Tras una parada en el camino para zamparnos un menú del día, llegamos a Mollina sobre las 16:30. Allí lo de siempre, chequeo habitual de comprobantes de pago, regalo de camiseta (ésta me ha gustado menos que la del año pasado), collar naranja fusión al cuello y llaves de habitación para compartir con Cristian y David…. Recordarme no volver a entrar el último en la habitación a la hora de elegir camas…

Duramos en la habitación el tiempo de hacer una bolsa común con algunos de los juegos y nos fuimos derechitos a las salas de juegos. A esa hora ya había gentecilla por allí, mientras que los monitores montaban las últmas estanterías.

Rápidamente nos sentamos en una mesa en la que nos ofrecieron jugar al Galactic Emperor, así que sin dudarlo nos sentamos para jugarlo. Pasamos un buen rato jugándolo pero la verdad que el juego no me pareció gran cosa, no es que estuviese mal, pero no como dijo Seldonita «Éste es mucho mejor que el Eclipse«… Para gustos hay colores, sin duda, pero en mi humilde opinión no le llega ni a la suela de los zapatos.

Cuando terminamos vimos entrar a Raúl (csibadajoz, ó Capitán Badajoz para nosotros ;P) recién aterrizado desde Badajoz, y al decirnos que se había traido el Kingdom of Solomon, le hicimos volver a su habitación para traérselo y enseñárnoslo. La verdad que es un juego que me gustó bastante, empezando por su estética, ya que es muy clarito de ver y entender, nada de tableros barrocos y oscuros. En la partida llegamos a la conclusión de que alguna carta de la expansión era demasiado poderosa y decantó el juego, pero bueno, con una partida en lo alto no es para catalogarla de rota. Otro punto positivo es que es muy rápido de jugar y en hora y poco nos lo ventilamos.

Cristian se había traido el Firenze entre sus chusquetes y le dimos una oportunidad, tampoco es un juego que ofrezca gran novedad en el panorama lúdico, pero como juego familiar está entretenido. Menudo lío que me hice con el orden de los niveles especiales, creo que intenté hacerlos sin seguir el orden así como 3 veces…

Cristian estaba en racha y sacó otro de sus juegos que había viajado con nosotros, American Rails, un jueguecito de trenes parecido al Chicago Express. Este tipo de juegos se me da fatal, no sé porqué, pero lo de las acciones, cuánto valen y cuándo comprarlas lo tengo en el haber lúdico. Seguiremos entrenando. De este juego se han editado muy pocas copias, todo guardadito en un blister y sin mapa montado… muy desalentador a primera vista pero entretenido y rápido de jugar.

¿Qué hora es? ¿Las 2 de la mañana ya? ¡¡Uff!! Venga, un filler antes de dormir ¿no? Y filleamos con un Globall y un Meuterer, el segundo es un clásico de cierre para nosotros, todo un juegazo y del que ya hemos hablado y como viene siendo habitual hubo motín todas las rondas 😉
Respecto a Globall, está basado en la fase final del Mundial del (inserte número, por favor). Es un juego de apuestas en cada partido, en el que caben hasta 6 jugadores. En los partidos puede haber grandes vuelcos de marcador y sorpresas, en nuestra partida acabo ganando Italia, que fiel a su costumbre se clasificó por los pelos en cuartos de final contra la todopoderosa Nueva Zelanda. Divertido.


Con las ojeras tobilleras nos fuimos al catre… ¡¡Menuda sorpresa!!, me «tocó» la cama del medio, ya empieza la cosa regulera con dos maromos a ambos lados, pero lo peor fue el somier. Pestañeabas y el ñiqui ñiqui duraba unos segundos, no te digo ya cuando te movías o cambiabas de posición. Al menos sirvió para que los otros dos mamones se hartaran de reir un buen rato 🙂

¡¡Piiiii!! ¡¡Piiiii!! ¡¡Piiiii!! Sus muelas, que no logro apagar el despertador… 8:30 de la mañana… Ducha y a desayunar. Pedazo de desayunos los que nos ponen allí. Pilas recargadas y a jugar de nuevo.

La mañana empieza fuerte, probando la madre de todos los hypes, Eclipse, para entonces había llegado Pablo (¿frescology?), un amigo de David que venía por primera vez a Zona Lúdica y no conociamos. Un chaval estupendo y un buen gañán ;). Qué decir de Eclipse que no se haya dicho ya. Un juego que mientras nos lo explicaba maravillosamente Gurney (muchas gracias, por cierto), yo andaba pensando que qué de cosas tenía el juego y todas ellas interesantes. Lo jugamos a 4 y fue muy divertida, con una guerra fría que estalló en los últimos turnos, donde hubo hostialidades a dolor y galletas como panes. Inmersivo y dinámico. La anécdota fue jugar con Ángel con quien habiamos jugado el día anterior el Galactic Emperor y nos sorprendimos al encontrarnos las mismas naves que en él. Se ve que aquí lo típico era la bolsita con vaqueros e indios de plástico y allí en China lo que se llevan son estas navecitas…

Como quedaba tiempo antes de comer, nos echamnos una partidita rápida al Last Will, al que habíamos jugado recientemente (ver posts anteriores), como ninguno nos habíamos leído las reglas, jugamos según nos acordábamos, mirando en ellas algún detalle. Como no podía ser de otra manera, lo jugamos mal, pero al menos nos sirvió para darnos cuenta que también habíamos jugado mal la primera vez. La sombra del Comuni es alargada…

En un paseo por la sala Biblio nos secuestró y nos sentó en la mesa de una de las atracciones del evento: El Crokinole. La cara de David era un poema, por haber tenido una infancia sin jugar a las chapas, pero fue entrando en calor y nos lo pasamos de lujo. Me veo entrando por la puerta de casa con semejante trasto y saliendo media hora después con las maletas. Como no, hubo repetidos comentarios al ensayo logrado por Sergio Gramos la semana pasada, y es que hay veces que el ansia se impone y le dan por saco a la precisión 😛

Vimos una mesa vacía con un prototipo sobre ella llamado Teatro, así que nos sentamos y allí conocimos a Pepe (Kalarien), curiosamente el flamante primer Baronet de labsk. La verdad que nos lo pasamos muy bien jugándolo y charlando sobre él una vez acabada la partida. Personalmente me gustó mucho la elección de acciones, donde cada uno de tus trabajadores va a trabajar sólo un día y debes controlar el orden en que los colocas, además de existir espacios en los que sólo uno de los trabajadores de los jugadores va a trabajar en el día, así que hay que andar vivo en el orden de turno. El juego trata sobre la producción de una obra literaria, para lo que debes contratar actores y actrices, técnicos, distintos tipos de publicidad, catering, atrezzo… En fin, todo lo que hace falta para salir el día del gran estreno y conseguir el mayor éxito de crítica y público. Lo que menos me llamó la atención en un principio fue que se jugase por equipos, prefiriendo el modo competitivo, pero la verdad que luego la partida fue muy bien. ¡¡Suerte con el niño, Pepe!! Siento no tener la foto que nos hicimos, pero ya editaré el post y la colgaré en cuanto David me la pase.

Nos dió tiempo a montar una partida de Vanuatu con Akumu (un gran tío). En ella no jugué para que fuesen cuatro y así fuese un poco menos dura y más controlable la partida. ¡Estupendo juego!

Antes de la cena echamos un Homesteaders con Suffo y María Ángeles , me enamoré de este juego cuando lo probé en la pasada Biblioquedada, tanto que le dí el coñazo a Jon de Planetón hasta que trajo la segunda edición. Decir que se han esmerado en la producción y les ha quedado de maravilla comparada con la primera, que tuvo problemas de moho, descuadres y calidad de las losetas y tablero.

Otra vez se acerca Gurney a nosotros y nos ofrece jugar un Turf Master de Luxe… esta vez no te lo voy a agradecer… Jugamos 3 vueltas, para así agotar el mazo individual, pero se hizo eterno. Con una vueltecita a un circuito con obstáculos hubiese estado genial, pero bueno, ya lo sé para la próxima vez.. Vez que llegó el domingo y salí huyendo 😉 Quizá era muy tarde ya o quizá no era el momento del juego, pero no le encontré la gracia. Eso sí, nos reimos bastante al darnos cuenta de la carta de ayuda donde el diseñador (Albrecht Nolte), ponía su teléfono personal para que en caso de duda se le pudiera llamar.. O_o

Volvía a ser tarde y como postre nos jugamos un Alien Frontiers, la verdad es que me gustó el juego, con tanto dado y diferentes maneras de usarlos me recordó al Troyes. Teniendo este último no vendrá a la colección, pero nunca diré que no a una partida 😉

Vuelta al somier, vuelta al grillo toda la noche. El cansancio empieza a notarse y esta vez hay menos risas…

¡¡Piiiii!! ¡¡Piiiii!! ¡¡Piiiii!! Sus muelas, que no logro apagar el despertador de nuevo… 8:30 de la mañana… Bueno, voy a cerrar los ojos 5 segundos y me levanto… Las 10 de la mañana, nos hemos perdido el desayuno, así que salimos del Celulaj y nos plantamos en en primer bar que vemos a zamparnos un mollete entero con un café cargadito.

Vuelta a la sala de juegos, todo sigue igual, gente jugando, mesas abarrotadas… me empiezo a acordar del Día de la Marmota…

Con cansancio arrastrado y menos luces que el camerino de Stevie Wonder, está difícil decidir juego, así que al final David y yo nos decidimos a jugar un Up Front. ¡¡Qué bien me lo pasé!! La partida que más he disfrutado. Al igual que en el Combat Commander, pasan muchas cosas y la situación da un giro de 180º en cualquier momento. Yo andaba metido en una casamata, y ver en la puerta a un tio diciendo «Hola, buenos días tengo un lanzallamas y una carga de demolición, y sé cómo usarlos» te pone en tensión.

Después una partidita rápida al Yomi. De Grey vs The Rock. Qué igualada estuvo la partida, pero al final perdí. Era la primera vez que jugué con De Grey, pero me gustó mucho.

Tras ella me puse un rato con Gudix (No Me Canso de Jugar), un tío majísimo, querían jugar al Vanuatu y estuve allí con ellos mientras lo jugaban. No pudieron acabar la partida porque la hora de comer se les echaba encima, pero les gustó.

Por la tarde poco había que hacer, pero nos dió tiempo ha jugar una partida al 1800 antes de coger el coche de vuelta a Sevilla. Es un mini 18XX para tres jugadores en el que sólo hay tres compañías pero que me ha gustado mucho. La pelea por los trenes es la clave de este juego, y en este caso, aún viéndolo venir de lejos no llegué a conseguirlos antes que mis oponentes, así que acabé muy descolgado. Los errores de cálculo se pagan muy caros aquí.

Turno de despedidas y agradecimientos a los viejos amigos (Luis, Pili y Estrella, Suffo y María Ángeles, Biblio, Israel (Juégame Store), Eloy y muchos más que me dejo en el tintero), así como de los nuevos (Akumu, Gudix, Gurney, Kalarien). Muchas gracias a todos por compartir un ratito de juegos conmigo.

Me ha quedado la espinita de jugar al Ora et Labora, pero no hubo manera de encontrar quien lo pudiera explicar. Tarde o temprano caerá…

¡¡Deseando que llegue ZL2013!!

12 pensamientos en “Perdidos en Mollina (2ª Parte) Diario de Abordo.

  1. Wow! Felicidades por todo lo que jugásteis. Estábais allí? Me hubiera gustado daros la mano y veros las caras!
    Pero bueno, habrá que esperar a la siguiente 😉

  2. Magnífico report. Llevo tiempo con ganas de ir a la ZL, pero siempre me coincide con algún viaje de trabajo-ocio. El sitio es magnífico, y a pesar de que parece que cada vez hay más gente, seguramente no llegue a los niveles veraniegos de la TdN.
    Qué grande ese Meuterer…
    Un simioabrazo

  3. Pedazo de crónica. Aprovechasteis el tiempo, desde luego.
    Con tanta crónoica de esta jornada me dais mucha envidia, tanto que me lo empiezo a plantear para la próxima.

      • Las impresiones mientras juegas son similares a Agricola, Le Havre o Caylus: pillar recursos, transformarlos y construir edificios. El que te guste o no solo lo sabrás tras la primera partida; y tras dos o tres más partidas te puedes plantear el ir ‘vigilando’ qué van haciendo los demás. A mi me gustó, ¿tanto como para comprarlo? Pues teniendo Agricola, no es una prioridad, pero no queda descartado; teniendo el Le Havre (que no lo tengo), quizá esperaría aun más. Si se lo pilla algún amigo cercano, no lo compraré yo. Es solo mi opinión.

        Hay algo que cambia: no estás obligado a dar de comer; si lo haces ganas más puntos, pero no hay ‘penalización’ por no hacerlo más allá de que si sí lo hacen los otros, te quedas atrás: el resultado es el mismo (diferencia de puntos), pero el efecto sicológico es diferente.

  4. Gracias mil por un testeo inmejorable. Para mi fue todo un honor poder mostraros a «mi hijo», que el pobre me ha salido muy tímido. XD

    Fuistes muy amables con vuestros comentarios que además fueron muy útiles y directos. Una gran alegría conoceros.

  5. Pingback: Volvemos de Zona Lúdica 2013 | Simios golfos

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