La evolución evoluciona (02sep11)

Evo. El juego por el que conocimos el nombre de Philip Keyaerts y gracias al cual acuñamos el Segundo Mandamiento del gañán: En caso de duda, ataca al amarillo. Apuesta segura.

Tras dar tiempo a terminar un rápido Razzia entre los que habían llegado antes (todos menos yo, como es habitual), desplegué mi flamante copia de la segunda edición de Evo, publicada por Asmodée. En francés. Regalo de Roberto Fraga y su Corsaire Ludique 2011.

Dinosaurios, ardillas y orugas gigantes.

Una breve explicación de los cambios, y reparto de tortas en el que salí claramente perjudicado, al gastarme en genes los mismos puntos que conseguía cada turno. Full metal dinosaur.

Me metalizo si quiero, ea…

Los cambios entre ediciones son los siguientes:

  • Humanos. ¿PQC?. Bien es cierto que es un mero elemento decorativo que no afecta en nada a la temática del juego, pero siguen quedando fuera de lugar.
  • Cambios en los genes: No más rabos. Ahora la iniciativa se determina mediante el número de dinosaurios en el tablero y en caso de empate se mantiene el orden del turno anterior. Además multitud de genes únicos nuevos, que prolongan durante toda la partida los efectos especiales que antes dependían de las cartas.
  • Cambios en la subasta: Ahora uno de las pujas es siempre por una carta. Otro cambio es que no puedes sobrepujar en la misma columna en la que te superan. Unido al hecho de que sólo puede salir una copia de cada gen promueve que se paguen precios más altos por llevarte lo que te interesa, o que juegues a llevarte genes que no te interesan (o cartas), gratis.
  • Movimiento y nacimientos: Empezamos la partida con dos dinosaurios en mesa, no con uno. En tu turno mueves todos tus dinosaurios, pero el nacimiento es de uno en uno cada jugador mientras tenga huevos. No está permitido el nacimiento en línea, pero en la práctica casi es que sí. El ataque se ve favorecido porque ya no está vigente la regla dos entran, uno sale. En caso de victoria del defensor, el atacante vuelve a la casilla de la que vino.
  • El clima y meteorito ya no se deciden mediante tirada de dado, sino mediante marcadores fijos, de los cuales uno se descarta antes de empezar y otros dos se mezclan con el meteorito para decidir el final de la partida.

En resumen, pequeños cambios de maquillaje que permiten un juego más agresivo, con razas más variadas entre sí, y partidas a dos jugadores.

Y, como no podemos estrenar un juego sin meter la pata, también aplicamos mal una regla en esta ocasión. En la preparación inicial, se descartan cuatro de los doce genes especiales. No recuerdo cuántos llegaron a salir a la mesa, pero creo que sí había más de ocho 😦

Para redondear la tarde un divertido Saboteur a cinco. Creo que olvidamos lo entretenidos que son los juegos de hacer daño por hacer daño, y el sabor de un genuino pico preventivo.

Día del gañán: David, Fran, Cristian, Jose, Jokin

Tienen cara de buena gente. Seguro que me dejan leer el mapa…