American Rails: Señor, ¿por qué hay tanto carbón?

Y llegó un nuevo día del gañán del rojo, íbamos a ser 4 pero en el último momento Fran cayó víctima de la gripe. Tenía preparado un menú para 4 jugadores y por no modificarlo me pegué el batacazo… bueno, eso y un Comuni de los que hacen historia… al menos me queda el consuelo de la frase de David que dice: “Es imposible jugar un juego a la primera sin cometer errores”

Estaba deseando estrenar mi última adquisición “Indie”, American Rails de Tim Harrison, un juego del que sólo existen unas 400 copias en todo el mundo, y yo tengo una… Muahahaha!

 

Se trata de un juego de trenes al estilo Chicago Express, con compra de acciones de diferentes compañías y en la que se controlan hexes en lugar de trazar líneas con losetas como es el caso de los 18XX o Age of Steam y sus derivados.

 

El juego no funciona a tres jugadores, porque el corazón del juego (lo que lo hace diferente del Chicago Express) es un track de selección de acciones que con pocos jugadores pierde toda la gracia ya que la lucha está siempre en las mismas casillas quedando las acciones menos golosas sin seleccionar durante toda la partida. Con 5 jugadores no habría más remedio que optar por acciones como la más alta, que es simplemente pasar y no hacer nada en tu turno, pero que te otorga ser el primero en la selección para el turno siguiente. Ese fue el primer fallo, pero las ganas de estrenar mi “exclusivo” juego me pudieron, si tengo que esperar a que estemos los 5 simios, puedo acabar como este…

Año 2054: Día del gañán de bravucon. "¿Estáis seguros que Jokin también viene?"

 

El “Comuni” de la tarde consistió en que en la fase de ingresos cobrábamos lo mismo que el valor de la compañía en lugar de repartirse el valor equitativamente entre las acciones de la compañía que se han comprado por parte de los jugadores. Eso provocó una bonanza de dinero en la partida que desvirtuó el juego ya que las acciones de las compañías se compraban a coste mucho más alto que lo que el pobre autor tenía pensado cuando lo diseñó, provocando que las compañías tuvieran dinero como para comprar las expansiones que querían sin tener que escatimar en costes. Eso provocó que nos quedáramos con la idea de que el juego no valía para nada, pero tras detectar el gran error habrá que darle una oportunidad algún día que seamos 5… es decir, en alguna jornada lúdica porque en el grupo simio está difícil como ya dije.

Tablero de American Rails.

Terminando la partida llegó Jokin haciendo un comentario acerca de la “caja” del juego y el grosor de su tablero… Jokin venía a casa de David con unos juegos míos que tenía en su poder, uno de ellos el último chusco de Wallace, Old men of the forest, lo desprecintamos y lo jugamos para acabar de rematar la tarde … me pareció un juego malo, pero malo malo que ni el +1 que le otorgamos a Wallace como adoradores suyos le salva de la hoguera… menuda fula, menos mal que al menos los 10 € que me costó van dedicados a la conservación de los orangutanes (lo cual me recuerda que le sigo debiendo la pasta a David de Cubo Magazine que me lo trajo de Essen)…

Gracias Wallace, por hacer un juego sobre nosotros, pero ya lo podías haber hecho mejor...

Tarde de día del gañán mal aprovechada… me fui a casa con un sabor bastante agridulce… pero los días del gañán vuelan, el ciclo se completa rápido y mi día del gañán volverá antes que me dé cuenta para volver a cascar chuscos a diestro y siniestro.

 

Día del gañán: David, Jokin, Jose, Fran, Cristian.

6 pensamientos en “American Rails: Señor, ¿por qué hay tanto carbón?

  1. Exageras cada vez más 😀
    El Old Men of the Forest es un juego simple de hacer bazas, en el que la gracia añadida es ver cómo deforestas a tus adversarios. No puedes adorar el Tichu y decir que OMotF es un juego de chimenea. Aquí por lo menos no tienes reglas absurdas «y ahora tienes menos cien porque tu compañero se ha quedado con esta carta en la mano».

    Y David tiene corazoncito tierno y no quiere que sufras, pero sí se puede sacar un juego a la primera sin comunis. Es sólo que a ti se te da especialmente bien hacerlos y por eso te queremos 😛

  2. Citándome a mi mismo…

    Cristian, eres un figura. Eres el Señor de los Comunis. Eres mi ídolo.

    Tienes el don, no ya de olvidar reglas, ¡si no de escoger las que
    cambian completamente el sentido del juego!

    Te has librado de la foto que tenía preparada para la reseña. La hice en la fiesta de Las Candelas del pueblo de Patricia… pero ya tendré otras ocasiones para usarla.

    Respecto al juego, es como el Chicago Express. Lo dice el autor y lo dicen los comentarios de la bgg. Dicen que lo mejora un poco por darle mayor libertad a las compañías, pero al fin y al cabo, sigue siendo un juego en el que se subastan las acciones, el valor de las participaciones es igual a los beneficios que genera una compañía y los jugadores son los que tienen un número fijo de acciones, no las compañías. Mala combinación ;P

    No soy un amante del Chicago Express.

    De todas formas, sigues siendo el simio indie y como dice Jokin, por eso te queremos.

    • Fíjate si será indie que cuando llegué yo con mi Hibernia todo orgulloso él ya conocía (y había desechado) el Armorica 😯
      Creo que es el simio insorprendible; no hay novedad que no conozca, por pequeña que sea la edición 😉

      • Exacto, pero mi conocimiento sobre novedades, ediciones,… es inversamente proporcional a mi calidad como jugador… y cada vez más también a la frecuencia con la que juego. 😦

        Mi metalización jugona la suplo buceando por la BGG. Luego me compro cositas raras como este American Rails y el comentario más agradable que consigo arrancar sobre él tiene que ver con una hoguera… 😉

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