Sembrando para recoger

Hay juegos que son clásicos. Son juegos de otras épocas que sin embargo levantan admiración por las nuevas generaciones de jugones (en las que me incluyo). Los simios de tanto en tanto nos adentramos en esos juegos para culturizarnos y aprender de los grandes como Francis Trehham (muchos salimos en Google, pero sólo los grandes salen en Wikipedia…). En los últimos meses hemos probado su Revolution, después un 18XX, y finalmente le tocaba al Advanced Civilization. ¿Estamos locos? ¿En una golfa un juego de 9 horas?

Creta conquista Sicilia

No tanto. La historia se remonta a un malicioso correo del señor perezron en el que nos invitó a Cristian y a mi a jugar una partida online con otros siete jugones de la bsk. Sin dudarlo aceptamos (sin saber que la partida duraría casi un año…). La página web es espectacular. El Advanced Civilization es un juego de mecánicas sencillas pero tediosas. Hay miles de fases diferente que cada jugador tiene que realizar de uno en uno. Hay que tener cuidado con los contadores, con lo que hacen cartas de tecnología, con su coste… Un juego perfecto para jugarlo por ordenador. Sin embargo, tengo que decir que la implementación de la página me sorprendió. Por ejemplo permitía acelerar el juego por que los jugadores pueden hacer sus acciones por adelantado sin esperar su turno. Esto es vital para que la partida fluya. El interfaz es feote, pero una vez te acostumbras, tiene su gracia. Lo mejor de todo, es que implementa las reglas a la perfección (creo) y además tienes a mano las instrucciones (en inglés) y algunos consejos de ayuda. Es decir, que hemos tardado un año, pero al final aprendimos a jugar.

Y es un juego espectacular. De otra época, pero espectacular.

Después de terminar la primera partida, leerme las reglas y bichear por la bgg, el resumen del juego que más me ha gustado es este. Explica relativamente bien las distintas fases de una partida y tiene todas las fases resumidas. Da una buena idea de la complejidad del juego.

Mis dos pesetas. ¿De qué va el juego? Es un juego de dimplomacia y comercio, un híbrido entre el Dimplomacy y el Catán (¡pero para jugones!). Las reglas son muy sencillas y no hay azar. Nada. Niet. Esto significa que el conflicto entre jugadores está más determinado por las posibles alianzas y ataques/pactos/cuchilladas que por jugadas de estrategia (es mi opinión). En la partida que jugamos estuve los últimos turnos dedicado a atacar a los tracios (Maeglor), y la verdad es que tuve poco éxito en hacer daño. Tan sólo algún turno por que alguna otra civilización apretó por otro lado conseguimos algo. Pero poco. Como en el Diplomacy. Esta parte está graciosa, es decir, la guerra por el territorio, pero lo que de verdad me sorprendió fue el comercio. Es el corazón del juego, por eso hay que jugarlo con muchos jugadores (cuantos más mejor). Nosotro jugamos ocho o nueve (una piara de jugones) y las fases de comercio me bloqueaban el correo.

¿Me das una madera para que pueda construir el camino que te bloqueará tu ciudad? Le dijo un jugador del Catán a otro. El Catán no tiene sentido. Jugamos una partida que duró dos horas y no se cambió una carta por no darle nada al oponente. Así de gañanes somos. Yo pensaba que los juegos de comercio no funcionaban, hasta que jugué al AdvCiv.

En el AdvCiv se construyen ciudades para conseguir materias primas con las que comprar tecnologías que al fin y al cabo son las que dan la victoria. ¿Cómo funciona el comercio? Está basado en tres ideas sencillas.

– En el comercio se pueden cambiar calamidades, es decir, eventos terroríficos que destrozarán tu civilización, como un volcán o una guerra civil. ¿Pero cómo cambias las calamidades?

– Se puede mentir, pero al menos tienes que decir la verdad en dos recursos. El mínimo número de cartas de un cambio son tres. Entre gañanes, el cambio básico era dos cartas por otras dos y las otras ni se negociaban. Sólo esperabas que no te dieran una calamidad.

– El valor de las cartas no es igual para todos los jugadores, es más, era más o menos secreto. Esto se consigue de una forma muy sencilla. Cada recurso tiene un valor nominal, por ejemplo la sal vale 3 y el vino vale 5. Sin embargo, los recursos se entregan en lotes. El valor de cada lote es el número de recursos al cuadrado por el valor nominal. Era común ver un cambio de una carta de sal por una de vino, y que las dos civilicaciones estuvieran contentas.

Con estas tres mecánicas/ideas, se crea un mercado dinámico. Con ocho imperios, hay mucha gente con la que comerciar, las calamidades cambian de mano a una velocidad vertiginosa, y el valor de los recursos de todas las civilizaciones crece sin parar. Unido a la diplomacia, hace que la ronda de negociaciones sean divertidísimas. En la partida que estamos jugando ahora, me han echado (por segunda vez) de Córcega, pero para calmar mi posible venganza, me han ofrecido un cambio ventajoso (en apariencia… ya veremos si lleva regalo).

La idea de Cristian era enseñar a jugar a Fran en su golfa. Jugamos unos 5 turnos, y llegamos a comerciar dos veces. Fran más o menos se llevó una idea del juego (no es difícil, aunque es más bien largo). Si se repite la jugada con los otros dos simios… una partida simia al AdvCiv sería posible… ¿o no?

Con todo lo que me gusta el juego, creo que no lo jugaría cara a cara. Es largo, largo. Incluso repetitivo en ciertos momentos. Y hay dimplomacia. Mucha. No es agradable negociar putear a un jugador entre otros tres en su cara/casa (que todo puede ser). Jugandp por internet, sin embargo, y gracias al uso del correo electrónico, es posible dialogar, negociar, hacer pactos secretos y cambios imposibles de hacer en una partida cara a cara. ¿Aceptará Fran jugar una simiopartidaonline? Puede que sí, pero no creo que nuestro simio tecnológico apruebe el nivel de gráficos/interfaz setentero del servidor… Pero nunca se sabe.

Recomiendo a todo el mundo que lo juegue al menos una vez por internet, con paciencia y 8 jugadores responsables (que no dejen las cosas a medias). No os arrepentiréis. ¿Cara a cara? Depende del grupo de juego. Con gente con espaldas anchas y ganas de cambiar y divertirse y al menos uno o dos jugadores con experiencia, puede funcionar. A lo mejor hasta los probamos nosotros algún día…

Mítico

Día del gañán: Jose, Jokin, Fran, David, Cristian.