Cuando un juego en el puesto 1799 de BGG te gusta más que el 7 Wonders…

Así como el que no quiere la cosa, hoy festividad de San Fernando en Zoidolandia, se montó una quedada de resaca del pollo gañán del sábado y día del gañán del que os escribe, bravucon:  el rey de los chuscos.

Como éramos tres, era un gran día para desempolvar el San Marco al que hacía exactamente un año que no jugaba (para eso sirve apuntar las partidas), juego de mayorías por excelencia, con permiso de El Grande.

Pero antes había que pasar por el trance de probar uno de esos chusquetes que siempre me pillo en el picoteo cuando pedimos a Alemania. En este caso se trataba de Walhalla, hace año y medio que me lo compré y ya estaba empezando a perder el interés por él. Como lo puse en la mathtrade de labsk, pensé que al menos si me deshacía de él, antes me gustaría saber si el juego merecía la pena. Era hoy o nunca, así que tragué saliva y se lo casque a David y José.

Es de agradecer que no se dieron las típicas malas caras durante la explicación del juego, lo cual ayudó a no ponerme nervioso y no dejar nada en manos del Dios Comuni. El juego es sencillo de reglas pero es importante conocer muy bien qué hace cada carta y cómo se resuelven los combates.

Walhalla es un pequeño juego de mayorías, en el que familias vikingas llegan en sus barcos por mar y “saltan” para colonizar tres fiordos y obtener la mayoría en cada uno de ellos. La gracia del juego es que tú decides a dónde va el barco en tu turno y que se te pueden acoplar otros jugadores en tu barco, además se pueden dar combates por las posiciones en tierra firma. Hay posiciones que otorgan puntos de victoria extra, cartas que dan magia, etc…

Sorprendentemente el juego resultó ser divertido, rápido, con algo de AP pero a pesar de esto se juega en menos de una hora. Un filler, yo diría que llega a la calificación de eurogame, muy sencillito que gustó, hasta el punto que voy a retirarlo de la mathtrade porque tenemos que jugarlo más veces. Casi nos perdemos para siempre este juego y ha sido una sorpresa agradable… Aunque Jokin lo tiene también.

Reseñar que jugué fatal (que raro 😛  ) y que el final de la partida provocó carcajadas porque José tenía guardada una carta que le daba la mayoría en la última región e hizo que le birlara la victoria en el último segundo a David.

Tras pasar el primer plato sin comentarios acerca de chimeneas y otras gracias, pasamos a un siempre mítico San Marco en el que un primer reparto de pastel penoso de David AKA “a Cristian le ha dado un Infarto Cerebral” hizo que José se adelantara y ganara la primera etapa por tanta diferencia que no fuimos capaces de cogerle en las posteriores dos etapas de montaña y eso que hubo momentos en los que sólo habían 3 ó 4 cubitos amarillos en todo el tablero. Para mi San Marco sigue siendo uno de los juegos más buenos estrictamente para tres jugadores. Otra partida en menos de una hora.

En ese momento José decidió que sus dos victorias eran suficientes, así que declinó una última partida que le pudiera dejar una mancha en el expediente.

Así que para terminar, partidaca a dos de “En el Año del Dragón” y también en menos de una hora. Noté que hace tiempo que no lo jugaba, además nos tocó un año muy chungo (o a mí me lo pareció). David me dio una buena paliza… Qué grande es este juego! sin duda es el mejor de Feld.

En resumen, una forma espectacular de acabar este mini puente: tres juegos muy divertidos en 3 horas, las esposas contentas,… no se puede pedir más.

Día del gañán: Jokin, Fran, David, Jose, Cristian.