Looking for lamps desperately

David y yo nos juntamos para rememorar viejos tiempos, al menos en mi caso ya que no juego online, y meternos entre pecho y espalda un Through the Ages al que tenía muchas ganas de jugar de nuevo.

El título de la reseña tiene su sentido en que la tecnología es ese recurso por el que hay que pelear, entre otras muchas cosas, pero que es vital para estar metido en la partida, pero que en el juego, a diferencia de los recursos materiales y la comida, está representado de una manera más abstracta si cabe, ya que no tienes fichitas para evlauar cuanta tecnología tienes, si no que está reflejado en uno de los tracks del tablero.

Como siempre, la partida fue agónica en la carrera militar y en la obtención de cartas fundamentales como los laboratorios.

En el apartado militar, hasta mediados de la partida fuí por delante de David y en una de esas aproveché para hacerle una agresión de las que le quitaban recursos, pero rápidamente David se recuperó y gracias a Napoleón y la aviación logró sacarme una buena diferencia en el track, unos 15 puntos, cosa que aprovechó para hacerme una guerra por los recursos. En mi turno, tuve la suerte de tener una táctica mejor en la mano y acciones militares que me permitieron colocarme a tan solo 2 puntos de diferencia de él, lo cual hizo que la guerra fuese bastante light. A partir de entonces no hubo más galletas.

En la Tecnología no nos desenganchmos demasiado, y aunque David lograse empezar a ganar 8 por turno, yo iba en 6. Al final acabamos por las nubes en el track, preparándonos para los eventos finales, como yo había metido uno de ellos referente al track de tecnología, me esforcé y acabé por delante por un par de puntos. Ambos terminamos con varios Ordenadores construidos.

En los recursos materiales, tuve la suerte de hacerme con el único carbón, y luego con el único petróleo, así que David tuvo que subsistir gracias a las cartas amarillas y a la colonización de territorios que le daban fichas azules, para así poder acumular recursos y no entrar en corrupción. La gran diferencia aquí estuvo en la maravilla Ferrocarril, que yo construí y que te da la vida misma en la carrera militar, así como que te proporciona innumerables recursos, más aún teniendo petróleo.

En la agricultura David lo llevó mucho mejor que yo, haciéndose él con las nuevas tecnologías, y subsistiendo yo con cartas amarillas y gastando acciones en aumentar la población mucho antes de los cambios de era, lo que me llegó a suponer tener al menos tres trabajadores descontentos y necesitar desesperadamente la obtención de caritas felices para liberarlos. Todavía me acuerdo de las dos cartas de Cría Selectiva que estaban en el track de cartas y que en su turno David cogió una por dos acciones para la que estaba por una se fuera y no pudiera cogerla…. Gañán!!! Al final, con un par de Religiones Organizadas me puede hacer con las caritas felices y ya todo fue sobre ruedas, eso sí, apoyado también por las benditas cartas amarillas que te lo permiten.

Maravillas: Por mi parte construí Jardines Colgantes, Ferrocarril y Comida Rápida (como se notaba la abundancia de recursos), mientras que David se hizo las poderosísimas Pirámides e Internet.

Líderes: Me pasé buena parte de la partida sin uno, y es que no encontré ninguno que me ayudase en exceso. En la era A no me acuerdo cuál tuve, en la era I a ninguno, en la II tuve a Newton y en la III a Einstein. David tuvo a Leonardo da Vinci y Napoleón, pero no me acuerdo de más.

Gobierno: Yo cambié a la Monarquía constitucional, mientras que David estuvo con su gobierno original toda la partida.

Acciones Políticas y Militares. Estuvimos toda la partida bastante igualados, pero eso sí, sin tener muchas de ambas. David suplió la falta de acciones que te da un gobierno mejor mediante Leyes Gubernamentales y las Pirámides. A mi me bastó con las que me daba mi Monarquía.

Cultura: Esto ni lo menciono, ya que insignificante la cultura obtenida durante la partida, con la que ganas mediante las maravillas y los eventos de la era III.

Conclusión: Me lo pasé pipa, pero es un juego que disfruto mucho más jugando a 3, y más aún a 4, pero es verdad que tiene mucha espera entre tus turnos…. Una lástima, pero espero que alguna que otra tarde la perdamos jugándolo a 4 😉

Sea como fuere, hay que jugarlo más a menudo sí o sí, como diría un calvo.