Era el día del gañán de Fran, día en el que mi estómago andaba suelto ya que se barruntaba un Roads & Boats duro como él sólo porque al no venir Jokin, el Last Train to Wensleydale quedaba postergado. Tras una hora, entre montar el tablero a lo megacatán y explicar las reglas que no son pocas, empezamos a jugar.
La portada y tamaño de la caja no auguran nada bueno
Tras el turno 1, literalmente, sonó el telefonillo de David, eran Jokin y Pilar. Tengo que confesar que las jokinadas suelen joder, pero en este caso fue una salvación.
En realidad no se habló de cortar la partida, pero ¿cómo vamos a seguir jugando mientras un simio mira… y habla desconcentrándonos?
El día del gañán de Fran fue aplazado para otro día (no me salva del Roads & Boats ni Perry Manso) y animamos a Jokin a que sacara su flamante nuevo juego del último pedido alemán, Rummelplatz.
Rummelplatz
Este juego se trata de una celebración del 15º Aniversario de la primera asistencia de Eggertspiele a la Feria de Essen. Se representan 8 atracciones más una novena que es la tómbola y que decide el vencedor del juego, que puede ser el que peor ha jugado, pero qué más da, este juego es una celebración.
Primeramente los jugadores tienen que decidir si van a ver a la pitonisa o prueban su fuerza con el martillo. Decidimos probar nuestra fuerza apilando el mayor número de dados en medio minuto siguiendo una serie de requisitos. Parece fácil pero una vez se voltea el reloj de arena, entras en pánico…
- Cinco dados, aún menos que el nivel nenaza que es el sexto.
Posteriormente votamos si ir a la máquina de peluches o a las carreras de caballos (esto es típico de alemania, de niño veraneé muchos años en Alemania y era un fijo de todas las ferias). Parece que el grupo se dejó llevar por mis ansias de tirar bolas, o en este caso dados, para ver quien ganaba la carrera. Es muy sencillo, si los tres dados sacan un 1, tu caballo avanza 1, si los tres dados sacan un 2, tú caballo avanza 2 y si los tres dados sacan un 3, tú caballo avanza 3. Los dados tienen 3 caras con un 1, dos caras con un 2 y una sóla cara con un 3.
La carrera de caballos
Tras esto, tuvimos que decidir entre el barco vikingo y los coches de choque. Ganaron los coches de choque. No deja de ser un pequeño juego de cartas en el que hice el canelo. Muy divertido también.
Una mano de cartas ni buena ni mala, si no todo lo contrario.
Por último y antes de llegar a la tómbola, decidimos pasar del tren del terror para ir a la montaña rusa. Se trata de memorizar en 30 segundos y entre dos jugadores el recorrido que hace la montaña rusa sacando cartas de un mazo. Luego tienes que reproducir el recorrido (izquierda, arriba, cerrar los ojos, bajar, levantar las manos, …) Espectacular! Fue un auténtico despelote con una guinda en forma de jugada gañana de Fran hacia David que provocó risas durante minutos… nueva frase lapidaria para el blog «siempre gañán hacia la victoria… hasta en party games».
Como muestra una foto de Jokin en sus reuniones jugonas con sus «otros» amigos. No está buscando algo en la mesa, es el vagón que va para abajo y te echa el cuerpo para adelante:
Tras estás 4 atracciones y antes de abandonar la feria, pasamos por la tómbola. Se trata de sacar gemitas de una bolsa y el que saca la gema morada gana el juego. En función de tu posición durante el juego tendrás más oportunidades de sacar la gema deseada. Yo que quedé el último sólo tuve 3 oportunidades, Jokin 4, Pilar 5, David 6 y Fran 7. Se van sacando de uno en uno empezando por el primero. Ganó Pilar en la última gema que tenía derecho a sacar de la bolsita.
En resumen, Rummelplatz no es un gran juego, pero es una diversión total. Un injustísimo 6.02 en BGG que no le hace justicia. Eggertspiele suele tirar los precios cuando los juegos no tienen mucho éxito (hay antecedentes con juegos con poco éxito como Neuland, Change Horses y alguno más que ahora no recuerdo), no sé si esperar a que lo rebajen o comprármelo ya mismo. De todas formas los beneficios en venta de este juego van a parar a la agencia de cooperación por la infancia Kindernothilfe así que, al comprar este juego, realmente estás donando dinero para niños necesitados.
Ideal para tardes de pollos gañanes y/o reuniones familiares, bueno los pollos gañanes son eso ¿no? Runiones de la gran familia simia. Estoy deseando probar los demás mini-juegos (Pitonisa, Máquina de Peluches, Barco Vikingo y Tren del Terror).
El Roads & Boats quedará para la próxima reunión, omaita!
PD: Y lo mejor la compañía.
Día del gañán: Fran, Cristian, Jose, Jokin, David.
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