De Babilonia a Londres

Con algo de polémica, el viernes 15 de abril me toco elegir los juegos de la tarde. Aunque en principio parecía que estarían todos los simios, finalmente sólo estuvimos Fran, Cristian y yo. Como tenía ganas de Wallace (mi primera opción era el Age of Steam), al final decidí darle una segunda oportunidad a After the Flood. Basta decir que tuvimos que convencer a Fran para que terminaramos el primer turno de los cinco del juego. Vaya chusco. Hilo de venta. Chimenea. Yo soy de la opinión de que no todos los juegos son buenos, fueraparte de los gustos de cada uno. Este juego es malo. Sin paliativos. No es que no me guste, como no me gusta el T&E, es que simplemente el juego no funciona. Es aburrido. El camino a seguir está claro, cristalino. Hay que ir último, no intentar hacer las cosas rápido para hundir a la gente. En este caso el culo azota a la mano. ¿Montas tu imperio el primero y lo armas con oro? Perfecto, el siguiente abre su imperio con oro y grano para sacarte del mapa. ¿Pasas y terminas tu turno con cuatro trabajadores en los regadíos? No pasa nada, pongo cinco y te vuelvo a sacar del mapa. Como se trata de ir despacio, lo normal es cambiar todo en el mismo sitio. Vaya chusta. La mejor decisión de la tarde, no terminar la partida.

London

Gracias a ese coitus interruptus, nos dio tiempo a darle otra oportunidad a otro posible fiasco de W., London. Como era mi día del gañán, pude no sólo escoger el juego, sino jugar con reglas caseras. En este caso, la variante de coger un cubo de pobreza por cada carta que te descartas. Fran se ha aburrido del juego, yo reconozco que me encanta. La variante funciona, simplemente se juega como jugamos la primera vez, es decir, intentando no descartar cartas. Soy un paquete y perdí, pero disfruté lo más grande. Para mi lo mejor de Wallace desde el Automobile.

London: Fran 87, Cristian 77, David 77

Turno gañán: Jose, Cristian, Fran, Jokin, David